Ciencias Jurídicas y Sociales: cuna donde se enseñan las leyes


Una clase de Historia del Derecho fue el puntapié inicial de la Universidad de La Plata
La historia de la Universidad Nacional de La Plata está profundamente ligada a la de la facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. A punto tal que la Universidad Provincial sobre la que se fundó la casa de altos estudios inició su actividad académica con una clase de Historia del Derecho dictada por el profesor Jacob Larrain. Fue el 18 de abril de 1897 en el edificio del Banco Hipotecario de calle 6 entre 47 y 48, donde hoy funciona el Rectorado.
Es que si bien la ley para crear la Universidad Provincial fue sancionada por la Legislatura en diciembre de 1889, hubo que esperar poco más de siete años para que las autoridades la convirtieran en realidad. Durante ese tiempo se sucedieron las presentaciones pidiendo su aplicación; una de ellas fue la que realizó un grupo de vecinos en mayo de 1891 manifestando la intención de que sus hijos estudiaran la carrera de Derecho en La Plata.
Tras aquella clase inaugural, y hasta que nació la Universidad Nacional en 1905, desde la Escuela de Derecho se fueron sentando las bases de la facultad.
El decreto del 7 de enero de 1906 que designó como rector de la naciente UNLP al doctor Joaquín Víctor González, nombró como primer decano de la facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales al doctor Rodolfo Rivarola.
Los registros documentales de la institución dan cuenta de que sólo dos meses más tarde, concretamente el 3 de marzo de 1906, se redactó el acta de constitución del primer Consejo Académico de la casa de estudios.
Integrado por los doctores Carrillo, Agustín Alvarez y Juan A. García (hijo), el flamante órgano de gobierno procedió a designar en la misma reunión al doctor José Nicolás Matienzo como vicedecano.
Además de nombrar autoridades, en esa sesión constitutiva los consejeros también aprobaron el primer plan de estudios de la carrera de Abogacía y Escribanía.
Fue estructurada con una duración de 4 años y un total de 19 materias, aunque contemplaba un segundo ciclo de doctorado con 8 asignaturas a cursarse en 2 años.
Acerca de la nueva facultad, el decano Rivarola expresó entonces: “... la misma no debe proveer tan sólo la clase profesional, que asesora a los litigantes utilizando para el buen éxito de sus pretensiones los méritos y defectos de las leyes vigentes; la facultad debe proponerse (objetivos) más altos: preparar jueces ilustrados, legisladores hábiles y jurisconsultos capaces de perfeccionar las ciencias del derecho”.
En 1906 la institución contó con 70 alumnos. Pero el crecimiento de su matrícula creció en forma geométrica.
En 1907 tuvo 127 inscriptos. Al año siguiente, 172. Y en 1909 el número fue de 204. Así, la cantidad de estudiantes se fue incrementando año tras año sin solución de continuidad hasta el presente, en que periódicamente se registra la inscripción de alrededor de 3.000 alumnos en sus diferentes carreras: Procuración, Abogacía, Escribanía, Martillero y Corredor Público, Licenciatura en Gestión de Recursos Universitarios.
En sus comienzos, la facultad también contaba con los departamentos de “Pedagogía” y “Filosofía y Letras”.
En las primeras décadas, sus aulas fueron compartidas por docentes y estudiantes cuyos nombres quedarían inscriptos entre los de aquellos que forjaron la historia de la Nación, como los de Joaquín Víctor González, Rodolfo Rivarola, José Nicolás Matienzo, Rodolfo Moreno, Emilio Ravignani, Alfredo Palacios, Carlos Saavedra Lamas, Jacinto Cárdenas, Víctor Mercante, Juan Antonio González Calderón, Carlos Sánchez Viamonte, entre muchos otros.
Desde sus inicios, como se indicó, la facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales funcionó en el edificio que hoy ocupa el rectorado.
Recién en 1973 se mudó al megacomplejo arquitectónico que se levantó, en forma de ele, desde la esquina de 6 y 47 hasta la de 7 y 48, el cual fue denominado “Edificio Tres Facultades”, pues albergó también a Humanidades y Ciencias de la Educación y a Ciencias Económicas.
El 7 de marzo de 2008 se trasladó la totalidad de las aulas al ex inmueble del Jockey Club, al cual se bautizó como Edificio de la Reforma Universitaria.
Desde el 2 de agosto de 2011 pasaron a funcionar allí las oficinas administrativas, sala de profesores, bufette, y demás dependencias.
Solamente quedó en el “Tres Facultades”, y quedará por razones de espacio físico, la Biblioteca “Joaquín Víctor González”, que funciona en el subsuelo.
La valiosa biblioteca supo funcionar, en otras épocas, en calle 47 entre 5 y 6, donde hoy se encuentra la Casa de Postgrado de la unidad académica.
En la actualidad la facultad está abocada de lleno a la empresa de definir un nuevo perfil para sus futuros egresados. Desde el 27 de junio de este año y hasta el 31 de octubre, los distintos actores de la unidad académica debatieron ideas y propuestas con el fin de sentar las bases de un nuevo plan de estudios que reemplace al actual, cuya matriz data de 1953.
La figura del abogado mediador, un fuerte estímulo a la investigación como opción profesional y la imperiosa necesidad de incrementar las prácticas sobre casos reales son tres de los pilares en torno a los cuales girará la histórica reforma.
Los decanos e interventores que han dirigido los destinos de la institución desde su creación fueron Rodolfo Rivarola, Joaquín Carrillo, Nicolás Matienzo, Carlos F. Melo, José M. Ahumada, Salvador De la Colina, Benito A. Nazar Anchorena, Tomás Jofré, Alfredo Palacios.
El listado continúa con Angel M. Casares, David Lascano, José Pedro Pellegrini, José Peco, Eduardo F. Giufra, Luis R. Longhi, Juan Francisco Muñoz Drake, Ernesto Campolongo, Benito Pérez, Francisco L. Menegazzi, Julio Miguel Lafitte, Carmelo Puciarelli, Francisco Marcos Anglada, Carlos A. Espiro, Luis Bernabé Cos Cardozo, Alberto Samuel Martínez, Carlos C. Malagarriga, Félix Trigo Viera, Bartolomé A. Fiorini.
También encabezaron la facultad de Derecho de la UNLP Amílcar Angel Mercader, Santiago Carlos Fassi, Carlos Luis Acevedo, Axel Manuel Bremberg, Alfredo Di Pietro, Carlos Eduardo Alchourrón, Agustín Alberto Gordillo, Jorge Néstor Hiriart, Hugo Dolgopol, Alberto López Fidanza, Norberto Américo Blanco, Roque Victoriano Buenader, Alberto Domingo Molinario.
Completan la nómina Alfredo Eduardo Ves Losada, Pascual Cafasso, Félix Alberto Trigo Represas, Carlos E. Ambrosioni, Humberto Quiroga Lavié, Juan Carlos Rubinstein, Ricardo Pablo Reca, Juan José Mosca, Miguel Angel Marafuschi, Roberto Berizonce, Carlos Botassi y Hernán Rodolfo Gómez.